Arte Popular
El arte popular cusqueño es el resultado del encuentro de dos mundos, de la fusión de la ancestral cosmovisión andina con la visión europea del mundo de los siglos XIV y XV. Pero al valor de este resultado sincrético se le suma la calidad, la técnica, la notable destreza propia de sus artesanos, en cualquiera de sus expresiones: textilería, cerámica e imaginería, así como en la platería y la cerería.
No hay sitio arqueológico, ni pueblo donde no se ofrezcan hermosas piezas de artesanía. Casi en cualquier lugar céntrico de la ciudad del Cusco se pueden encontrar tiendas o vendedores ambulantes que las ofrecen, como en los portales de la Plaza de Armas, por ejemplo.
Pero, también hay talleres de famosos artesanos reunidos tradicionalmente en el barrio de San Blas. Allí se producen las famosas esculturas de santos, Vírgenes, arcángeles y Santiagos con cuellos alargados, confeccionadas con pasta de harina de trigo, arroz y yeso por la familia Mendívil, consideradas verdaderas piezas de colección.
Igualmente, destacan las prendas de lana de alpaca, llama y oveja, así como los sombreros de fieltro. También se puede encontrar hermosos trabajos de plata, con motivos incaicos y coloniales, cerámica diversa, instrumentos musicales como quenas, zampoñas y charangos. Uno también puede encontrar espejos con marcos de yeso y pan de oro, así como pinturas con motivos regionales.
MUÑECAS PERUANAS
Doña Máximiliana Palomino de Sierra, de 80 años de edad, es heredera de una larga tradición familiar en el Cusco. La fama de sus muñecas ha traspasado el famoso barrio de San Blas desde hace más de cincuenta años. El legado viene por línea paterna; Máxima y sus hermanas, desarrollaron la habilidad por la imaginería, al influjo de su padre, don Fabián Palomino Mujica, quien fue un destacado pintor de imágenes religiosas.
Las muñecas de doña Maxi llamaron la atención en las fiestas del “Santurantikuy” que se celebra cada 24 de diciembre en el Cusco, donde se confrontan con imágenes de otras poblaciones de la región.
Junto a su esposo Enrique Sierra Carrasco desarrollaron una técnica especial de imagineria llamadas “Muñecas tradicionales” o “Muñecas documentadas”; verdaderas esculturas hechas a base de cartón prensado con pasta de yeso y alambres.
Para crear estas muñecas los esposos Sierra han viajado a lo largo y ancho del país, recogiendo información a través de entrevistas y fotografías de las fuentes originales. El producto de estas investigaciones son “Muñecas únicas en su especie”; cada una de ellas tiene rasgos característicos de su región.
El trabajo de los esposos Sierra ha sido reconocido dentro y fuera del país. Algunas de sus muñecas son exhibidas en diversos museos del mundo. Desde 1997, doña Máximiliana ostenta el título de “Gran Maestra de la Artesanía Peruana.
Los esposos Sierra reproducen con una fidelidad asombrosa, personajes de nuestra historia como Miguel Grau, Ricardo Palma, Jorge Basadre, José de San Martín y Simón Bolívar, entre otros.
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